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martes, 15 de junio de 2010

PASIÓN DE ÁNGEL- CAPÍTULO 2

Capítulo 2




Al otro lado de la ciudad, una joven tenía puesta la música en el ordenador. Zoe cantaba Tan solo tú de Nek con Laura Pausini. Intentaba imitarlos con un cepillo a modo de micrófono, viviendo la canción como si fuese alguno de ellos.
Paraba de vez en cuando de cantar para vestirse, pues no quería llegar tarde al lugar donde había quedado con Naiara. Cualquiera la aguantaba si llegase un minuto tarde.
En la habitación, regresó el silencio cuando se escuchó que alguien llamaba a la puerta. Zoe le dio al pause.
- Adelante- la puerta se abrió y vio que era su madre.
- Cariño, ¿podrías bajar un poco la música? tu padre está trabajando en el estudio.
- ¡Si mamá! ¡La bajaré un poco!- contestó con fastidio- ¿Me podrías dar algo de dinero para poder comprarme un helado? ¡Por favor!- continuó al poco rato, mintiendo en la razón por la que pedía ese dinero.
Su madre no le gustaba que su hija frecuentase los bares. No le agradaba el ambiente tan cargado que se cocía en esos locales. “Los borrachos y los locos van siempre de la mano junto con su primo el humo” era siempre su dicho. Ella, pensaba que no era un lugar para una niña. Porque la veía como su hija pequeña y hacía apenas un mes que estaba en su cuna. Y la manera de cómo pasa el tiempo, lo notaba ahora. Su marido Roberto, se dedicaba a agente de bolsa, mientras que ella, solo era una recepcionista de hotel.
Ana dudó un poco.
- ¡De acuerdo!, pero no quiero que llegues tarde a casa, ¿entendido? ¡Tienes que estudiar!- respondió al cabo de unos minutos.
- ¡Que sí, mamá!- Y dieron por finalizada la conversación.
Al final le dio los cinco euros y se marchó, no sin antes repetir a su hija, que volviese pronto para estudiar.
Se dirigió por el pasillo hasta el salón; pensando que Zoe estaba creciendo demasiado deprisa. Más de lo que ella querría. Llegará un momento en que su niña se marchará de casa.
Le entró la melancolía y el miedo por pensar que ese instante se aproximaba tarde o temprano. Era ley de vida y con eso se intentaba consolar.
La joven estaba terminando de vestirse. Se pintó un poco la línea inferior de los ojos con un lápiz negro y se aplicó en los labios un brillo sabor a coco para que resultasen más carnosos y apetecibles. El pelo lo dejó suelto, sujetándolo por una diadema gris; combinada con su chaqueta y sus zapatillas de la marca Converse. Llevaba un pantalón vaquero ajustado de un azul oscuro, con una camiseta también ajustada y sin una manga del mismo tono que la prenda inferior. Salió de casa, tomando la dirección a la parada del autobús.
- ¡Adiós!- gritó a su madre. Y con un portazo suave, ahogó la despedida de ella.
Se colocó los cascos en sus oídos desde el asiento del vehículo; para hacer el camino más entretenido hasta su destino. Fantaseaba con encontrar a su príncipe azul, aunque no como el de los cuentos; pues su madre siempre le decía que solo eran cuentos y que lo único que podría encontrar, era a alguien parecido. Así que decidió buscar a su príncipe desteñido.
La última palabra le hizo sonreír en su interior. No dudaba en que hubiese alguien para ella, pero no era paciente en esas cosas.
No prestó atención a su música. Sus pensamientos cantaban más alto y fuerte que las voces de aquellos artistas.
Sin darse cuenta, llegó a su parada. Bajó de un salto y se dirigió a la pequeña fuente que veía enfrente. Y sin borrar la sonrisa de su cara, se recordó que siempre intentaría hacerse feliz.
Si fracasaba, no podía temer nada; pues ya estaba su amiga para animarla. Con ella siempre conseguía ver el mundo desde otra perspectiva. Naiara era muy optimista y, en cambio, ella era lo contrario. Se ahogaba en un vaso de agua y se ponía en lo peor. Prometió a su amiga y a ella misma que intentaría sacarle partido a todo; hasta de su físico. Se sentía acomplejada. Y aunque se había llevado muchas broncas por Naiara, seguía en sus treces. Aunque a veces pensaba que no estaba nada mal; solo cuando un chico se fijaba en ella.
Los pensamientos se mezclaban con los pasos hacía su destino. Ya tenía ganas de pasar una buena tarde y olvidarse de todo, incluido del examen del jueves.

3 comentarios:

Pakito dijo...

buena descripcion de la otra protagonista jejeje

Edurne Valiente dijo...

Este capítulo me ha gustado más que el anterior. La historia ya va cogiendo forma. :) Me gusta la descripción que has hecho de Zoe. Sigue así. Muy bien. ;)

Bea dijo...

gracias sun!!!! me alegro ke de verdad te guste y... no tenga tantos fallos con las comas, no¿?xD
besos guapa ;-)